Para imprimir imágenes, se debe tener en cuenta las tintas que va a llevar la imagen. Pueden ser monocromo (un solo color), duotono (es decir, que lleva dos colores), tritono (tres colores) o en cuatrícomía, o formada por las cuatro tintas básicas de impresión: cian, amarillo, magenta y negro (CMYK), que al ser impresas producen toda la variedad de tonos.